¿Quién protege a la industria renovable europea?

Hace pocos días se firmó la European Solar Charter, un documento no vinculante de apoyo a la industria solar europea. También recientemente, la famosa Net Zero Industry Act ha sido aprobada por el parlamento europeo y desde la comisión europea se han lanzado varias investigaciones contra fabricantes chinos tanto en eólica como en solar. Parece que al fin Europa se mueve para proteger a su industria renovable pero ¿será suficientes estas medidas? Y más importante ¿serán efectivas y llegarán a tiempo?

 

Europa se mueve…a su velocidad

En marzo de 2023 se publicaba el Net Zero Industry Act (NZIA) y hace exactamente un año publicábamos en este blog un artículo sobre esta ley y otras que se lanzaron en esos mismos meses. 13 meses después, la NZIA se ha aprobado en el Parlamento Europeo pero todavía no ha acabado el periplo aprobatorio ya que ahora tendrá que ser ratificada por los ministros del consejo y esperar a la guía de implementación, con lo que se estima que podrá ser aplicada en los estados miembros en 2025.

 

Que la piedra angular de la legislación que debe apoyar a la industria renovable en Europa vaya a tardar casi 2 años en estar operativa es un ejemplo claro de la velocidad a la que se mueven las cosas en la Unión Europea. En USA por el contrario, la Inflaction Reduction Act (IRA) estuvo operativa pocos meses después de ser aprobada.

 

Europa es una…pero con muchos intereses contrapuestos  

En el artículo del pasado mes sobre WindEurope 2024 ya hablábamos de las diferentes sensibilidades que existen dentro de la Unión a la hora de entender qué es proteger a la industria.

 

En la industria solar por ejemplo, hay quien aboga por medidas proteccionistas duras (básicamente los fabricantes europeos) pero esto paralizaría el despliegue de solar, cosa que ni desarrolladores ni políticos se pueden permitir. De hecho, la comisaria Kadri Simpson ya dejó claro que se descartaban por completo medidas duras.

 

También en eólica hay diferentes enfoques. Mientras parece que los gobiernos y las grandes asociaciones ponen el foco en salvar a los OEMs europeos, la industria de los componentes pide ayuda urgente y reclama más apoyo, como explica Manuel Turiel (CEO de Industrial Barranquesa) en este post de linkedin.

 

¿Pero llegamos a tiempo?

Esta es una de las grandes preguntas y la respuesta no es sencilla. La diferencia de tiempos de reacción entre Europa, USA y sobre todo China hacen que quizás lleguemos tarde con algunas de estas medidas.

 

Veamos como ejemplo la industria de los módulos fotovoltaicos en Europa. Simplificando mucho, el anuncio de la NZIA y otros paquetes de ayudas hace un año creó un optimismo en la industria y varios proyectos industriales se lanzaron con la ilusión de que estaba naciendo de nuevo la industria solar europea. Pero China reaccionó inmediatamente y, casualidad o no, los precios de los módulos chinos cayeron en picado hasta precios nunca antes vistos (y que según algunos expertos del sector, están por debajo del coste)

 

 

Es fácil imaginar el impacto que ha supuesto esta avalancha de módulos baratísimos en la incipiente industria europea. Como explica S&P (antiguo IHS) en su artículo, está teniendo un efecto devastador en la industria y también en la innovación. El mapa que publican con la situación agónica de la industria europea es muy revelador:

 

 

Recientemente Solawatt se ha sumado a la lista de fábricas que anuncian su cierre, en este caso de sus instalaciones en Alemania.

 

Otro de los damnificados por los precios de los módulos es el sector de los trackers o seguidores solares. No es casualidad que cada vez veamos más instalaciones de módulos en vertical o en posiciones no óptimas. Esta noticia del Financial times sobre vallas hechas de módulos solares tuvo mucha repercusión y es un ejemplo claro de que los módulos son tan baratos que puede llegar el caso de que salga mejor poner más paneles aunque estén mal orientados que el sobrecoste de un tracker.

 

 

 

Evidentemente esta bajada de precios brutal también tiene consecuencias en los fabricantes chinos que venden a pérdidas, como el gigante Longi que ha anunciado importantes pérdidas en su últimos resultados y va a reducir plantilla, pero sospecho que podrían aguantar bastante tiempo con pérdidas si el gobierno chino así lo estima oportuno.

 

 

Parece que hay sectores que van a ser casi imposible resucitar así que quizás habría que centrarse en los que todavía tienen una posición fuerte y tratar de proteger dicha posición.

 

Ante la lentitud regulatoria, rapidez investigadora

Como hemos visto, los ciclos regulatorios europeos no se adaptan bien a la velocidad del negocio renovable. Ante esta situación, la unión europea está lanzando investigaciones contra compañías chinas que aunque sean acciones puntuales, lanzan un mensaje claro y permiten ganar algo de tiempo.

 

Como comentábamos en este post, la investigación anunciada contra fabricantes chinos de turbinas eólicas por proyectos en España. Grecia, Francia, Rumanía y Bulgaria es una acción aislada pero supone un torpedo a los esfuerzos comerciales de las compañías chinas que ven como se plantea una sombra de duda ya que hasta que la investigación no se cierre, va a dificultar mucho el cierre de acuerdos.

 

También en el ámbito solar se ha lanzado una investigación contra dos gigantes chinos como son Longi y Shangai Electric, aunque en este caso dudo más de la efectividad de la medida ya que las alternativas a estos gigantes son otros gigantes también chinos.

 

¿Qué podemos esperar en los próximos meses?

Empecemos por lo que no va a pasar: aranceles u otras medidas duras proteccionistas. Europa no quiere ni puede comenzar una guerra comercial global en la que tiene todas las de perder.

 

La clave como de costumbre en Europa es la implementación en cada estado miembro. Aunque la NZIA no necesita ser traspuesta a la legislación nacional ya que es de aplicación directa, el cómo, cuándo y dónde se aplique es responsabilidad de cada gobierno. Probablemente la medida más inmediata que veremos del NZIA será la de los criterios no relacionados con el precio en las subastas. Hay muchas esperanzas de que esta medida sirva al menos para crear un nicho de mercado “reservado” a la fabricación europea. Ojalá lo veamos ya implementado en las futuras subastas de 2025. Y hasta ese momento, habrá que aprender de los expertos y leerse el manual de resistencia.