La amenaza fantasma china en eólica

La industria eólica occidental vive desde hace años con la amenaza de que los fabricantes chinos inunden el mercado con sus turbinas de bajo precio. En los últimos tiempos, este miedo se ha intensificado debido al momento de debilidad de los OEMs occidentales, que parece abrir la puerta a los gigantes asiáticos. Pero ¿es real esta amenaza? ¿qué podemos esperar en los próximos años? ¿es cierto que el mercado eólico puede evolucionar como ya lo hizo el solar hacia un dominio chino?

 

¡Qué vienen los chinos!

Como comentábamos en un artículo anterior, la subida de precios generalizada de los OEMs occidentales está abriendo una ventana de oportunidad a que los fabricantes chinos logren entrar en clientes y mercados que hasta ahora les estaban vetados. Esto se explica muy bien en un artículo reciente de Recharge. De hecho, viendo el gráfico de WoodMac sobre la evolución de los precios, impresiona ver cómo los OEMs chinos siguen bajando precios con lo que la diferencia con los occidentales no para de crecer.

 

 

Y ciertas noticias como la de Vensys/Goldwind en España o el contrato de Mingyang en UK para un proyecto offshore no hacen sino aumentar el temor de que la invasión ya está en marcha.

 

Pero espera un momento, ¿no era su tecnología mucho peor?

Hace tan sólo 10 años, los fabricantes chinos vendían turbinas con licencias occidentales (o directamente sin licencia con parecidos muy sospechosos). Eran claramente de tecnología inferior, con problemas de fiabilidad y sin certificar. Pero en algo más de una década la cosa ha cambiado totalmente. Como explicaba muy bien Sergio Fernández Munguía en su siempre recomendable Windletter, los OEMs chinos se han puesto a la cabeza en el desarrollo de turbinas tanto onshore como offshore

 

 

Como se aprecia en los gráficos anteriores, compañías como Mingyang, Goldwind o CSSC lideran a día de hoy la carrera de las turbinas más grandes tanto en onshore como en offshore. De hecho, expertos del sector como Shashi Barla de Woodmac, advierten que el ritmo de desarrollos de compañías chinas no se va a ralentizar sino al contrario, se prevé que se acelere aún más.

 

Y el tamaño no lo es todo: también han trabajado mucho en la fiabilización de la tecnología trabajando con certificadores occidentales e invirtiendo en tecnologías clave como los imanes permanentes, palas y control.

 

Entonces si son más baratas y mejores, se supone que habrá turbinas chinas por todos sitios, ¿no?

 

Pues la realidad es que no. Hasta la fecha, los proyectos con turbina china fuera de China son bastante pocos pese a los esfuerzos y la política comercial agresiva de las compañías. Goldwind ha sido sin duda el más exitoso de los OEMs.  Veamos algunos ejemplos:

  • A través de developers chinos

Esta ha sido la forma más habitual de entrar en nuevos mercados. Países como Vietnam, Australia o Etiopía tienen presencia de fabricantes chinos con muchos de los proyectos siendo desarrollados por utilities chinas. A esto hay que sumarle la tendencia de utilities chinas invirtiendo en eléctricas occidentales como Three gorges en EDP

 

  • A través de financiación

El caso más claro son los proyectos de la llamada ruta de la sea o “Belt and Road”. En países de Asia como Pakistán o en África, las compañías chinas han desembarcado como parte del plan inversor en infraestructuras del estado chino.

 

  • Comprando los proyectos en desarrollo

De este modo Goldwind entró en Panamá en el parque de Penonomé y en Argentina comprando directamente los parques en desarrollo

 

  • Directamente con clientes occidentales

Ha habido casos muy conocidos como el parque de Reinaco en Chile de Enel con Goldwind o los acuerdos de Mainstream también con Goldwind. Pero lo cierto es que son casos aislados y los grandes developers occidentales no suelen trabajar con turbinas chinas.

 

¿y qué va a pasar en los próximos años?

Pues veamos como referencia la “tarta” eólica por países en 2021

 

  • Ya se puede ver que la mitad del mercado es China, donde los OEMs locales copan el 100% del mercado por lo que no pueden crecer más allá de robarse cuota entre ellos (probablemente a base de bajar aún más el precio).

 

  • El mercado USA va a ser muy improbable que pueda ser accedido por razones geopolíticas y estratégicas, más aún con el giro proteccionista de USA con la Inflaction Reduction Act.

 

  • Algo similar pasa en Europa donde la regulación tiende a fomentar la fabricación local y los fabricantes chinos no parecen muy dispuestos a perder su ventaja competitiva de fabricación en China a bajo coste.

 

  • Otros mercados de futuro como India, Korea o Japón son bastante proteccionistas y no son “China-friendly” precisamente

 

En conclusión, quedarían mercados latinomericanos, África y resto de Asia, que son precisamente donde ya están presentes así que el margen para crecer tampoco es muy grande.

 

En cuanto a clientes, está claro que a las grandes utilities occidentales les interesa tener OEMs con precios bajos para presionar a la baja al mercado pero la realidad es que la relación con los fabricantes chinos no es fácil por temas culturales y de confianza. Además, no todos los proyectos con turbina china serían financiables (básicamente sólo Goldwind) con lo que eso supone otra barrera de entrada.

 

Resumiendo ¿en qué quedamos? ¿es una amenaza real o no?

Llevamos años oyendo que el sector eólico iba a evolucionar como el de paneles solares con la invasión de fabricantes chinos de bajo coste, pero no ha sido así. La complejidad de la tecnología eólica es una gran barrera y actualmente, el escenario geopolítico y comercial no parece que vaya a ayudar al desembarco chino.

 

Es más, si miramos la situación de los OEMs chinos parece idílica reportando beneficios y con grandes volúmenes asegurados pero como hemos visto, basan su negocio en bajada continua de precios para compensar las bajadas de las tarifas en China, están en una carrera loca de desarrollo de nuevos productos sin llegar a madurar los ya lanzados, tienen poco margen de maniobra para incrementar negocio sin recurrir a la bajada de precios y su poder de negociación es limitado…¿a alguien le suena este escenario? Exacto, es el mismo que ha llevado a los OEMs occidentales a la situación actual.